"Injerto de Antejardín”

Después de años de ausencia regreso a mi ciudad. Ha cambiado, la mirada ha cambiado. Miro en ella lo que antes no veía, quizás por costumbre. Descubro lugares nuevos y siento su transformación. La inseguridad le ha dado una nueva fisonomía, ahora es parte del paisaje urbano. Algunos  elementos de protección me resultan agresivos. A  fuerza de verlos,  necesitarlos y  convivir con ellos, he terminado acostumbrándome a vivir entre rejas, alarmas, cercas con púas, perros y guardias de seguridad. Las rejas no las vemos, las alarmas no las escuchamos… de esa frágil vulnerabilidad trata este trabajo.
“Antejardínes” ( 2009).

Me refiero a los  Antejardines bogotanos, o más bien, a lo que  lo  queda de ellos, ahora casi invisibles tras las rejas. La diversidad de gustos de sus propietarios han creado un catálogo de diseños fantásticos: ventanas, puertas, almacenes,  calles,  garitas para celadores, todo enrejado. Antejardines es la evocación de estas rejas. Utilizando  los diseños propios de  ventanas y puertas, realizo dibujos sobre papel y a la vez las construyo en diferentes papeles.  El resultado son  rejas inservibles y débiles.

Uso también  el  cristal, material nuevo en mi obra, con el que reitero la sensación de fragilidad. “Nudo” 2009 y Pentagrama” 2009 evocan las púas. Nudo” es una pequeña escultura en  cristal, un enredo que puede ser aplastado con facilidad. “Pentagrama. Son varios hilos de cristal, puestos sobre un muro, a manera de partitura sin música.

“Injerto”. La palabra tiene poder, poder evocador. Su sonido trae el sentido de lo que representa, a modo de imágenes, discursos, poemas, novelas. Construyo esta obra  a partir de  palabras y  monosílabos (yo, en, con, y….).  La palabra objeto, evoca la  imagen a la que hace referencia. Esto depende de la manera en  que se represente. “Injerto”,  palabras en cristal, frágiles, establecen un discurso verbal y  visual.  La palabra se convierte en  flor y a su vez se articula con el espacio en el que está representada la  imagen. Proyecta su sombra creando un nuevo dibujo sobre el muro. Dentro de mi lenguaje poético,  con estas palabras formo  un jardín.  

Luz Ángela Lizarazo
Bogotá, mayo 2009